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Corte por láser vs. corte por plasma 2

2025-10-17

Compatibilidad de materiales y rango de espesores

Uno de los factores más importantes al elegir entre el corte por láser y el corte por plasma es la eficacia de cada método para manejar diferentes materiales y espesores. Si bien ambos métodos son capaces de cortar una amplia gama de metales, su rendimiento varía significativamente según el tipo, el espesor y el acabado deseado del material. Comprender estas diferencias es esencial para seleccionar el proceso de corte más eficiente y rentable para una aplicación específica.

Corte por láser

El corte por láser destaca por su excepcional precisión al cortar materiales de espesores finos a medianos. Es especialmente eficaz en:

Acero dulce (hasta ~25 mm con láseres de alta potencia)

Acero inoxidable

Aluminio

Latón y cobre (con láseres de fibra, que son más adecuados para metales reflectantes)

Los láseres también pueden cortar materiales no metálicos como madera, acrílico y plásticos, lo que les otorga una aplicación más amplia en industrias como la señalización, la electrónica y la fabricación de precisión. Sin embargo, a medida que aumenta el espesor del material, especialmente por encima de 20-25 mm, la velocidad y la eficiencia del corte láser disminuyen, y el costo de los láseres de alta potencia aumenta significativamente.

Corte por plasma

El corte por plasma está diseñado para potencia y espesor. Funciona mejor en:

Acero dulce

Acero inoxidable

Aluminio

El plasma puede procesar fácilmente materiales de hasta 50 mm o más de espesor, según el sistema. Si bien no alcanza la precisión ni el acabado de los bordes del corte láser, supera en velocidad de corte y rentabilidad al trabajar con placas metálicas gruesas o grandes. Sin embargo, el plasma se limita a materiales conductores de electricidad y no es adecuado para no metales ni para trabajos con gran detalle.

El corte por láser es la opción preferida para materiales de finos a medianos, donde la precisión, el detalle fino y la calidad de los bordes son cruciales. El corte por plasma predomina en entornos de trabajo intensivo, ofreciendo velocidad y asequibilidad para metales más gruesos. La elección del proceso adecuado depende de conocer el tipo de material, el rango de espesor deseado y el nivel de detalle requerido. La adecuación del método de corte al material garantiza resultados de calidad y una producción eficiente.

Calidad y precisión de corte

Al evaluar las tecnologías de corte, la calidad y la precisión son tan importantes como la velocidad y el coste. El corte final influye en procesos posteriores como la soldadura, el ajuste y el acabado, por lo que factores como la precisión dimensional, el ancho de corte, la zona afectada por el calor (ZAC) y la calidad del borde son cruciales para elegir entre el corte por láser y el plasma. Cada método produce resultados muy diferentes, y estas diferencias pueden influir significativamente en la consistencia del producto y los requisitos de posprocesamiento.

Precisión dimensional

El corte por láser ofrece una alta precisión dimensional, generalmente de ±0,1 mm o inferior, gracias a su haz fino y enfocado y a su preciso control CNC. Esto lo hace ideal para aplicaciones que requieren tolerancias estrictas y repetibilidad, como componentes aeroespaciales, electrónicos y piezas mecánicas finas. El corte por plasma, si bien es preciso, generalmente mantiene tolerancias de alrededor de ±0,5 mm, dependiendo del equipo y la habilidad del operador. Es ideal para piezas estructurales o industriales donde la precisión extrema no es esencial.

Ancho de muesca

La ranura (el ancho del corte) difiere entre ambos métodos. El corte por láser produce una ranura estrecha, a menudo de entre 0,1 mm y 0,5 mm, lo que permite un anidamiento preciso de las piezas y minimiza el desperdicio de material. El corte por plasma, en cambio, tiene una ranura más ancha, que suele oscilar entre 1 mm y 3 mm, lo que limita la densidad de piezas en una chapa y puede resultar en una mayor pérdida de material.

Zona afectada por el calor (ZAT)

El corte por láser genera una zona afectada por el calor relativamente pequeña gracias a la precisión y al control de la entrada de energía del haz. Esto minimiza el riesgo de deformación o alteración de las propiedades mecánicas del material circundante. El corte por plasma, en cambio, produce una ZAT más grande debido a una mayor entrada térmica y un arco más amplio. Si bien los sistemas de plasma modernos han reducido este efecto, el calor aún puede afectar la integridad metalúrgica y requerir un procesamiento adicional en aplicaciones sensibles.

Cuadratura y rugosidad del borde (Ra)

El corte por láser suele proporcionar bordes limpios y rectos con mínima escoria y una rugosidad superficial (Ra) baja, a menudo inferior a 3,2 µm. Es ideal para piezas que requieren un posprocesamiento mínimo. El corte por plasma, si bien ha mejorado con respecto a los sistemas anteriores, suele producir bordes ligeramente biselados o más rugosos, con valores de Ra que oscilan entre 6,3 µm y 25 µm, dependiendo del espesor y la velocidad. Esto puede requerir un acabado secundario en proyectos donde la precisión es crucial.

El corte por láser es líder en calidad y precisión, ofreciendo una definición superior de los bordes, tolerancias más estrictas y una distorsión térmica mínima. El corte por plasma, aunque menos refinado, sigue siendo eficaz para la fabricación general, donde se prioriza la velocidad y el coste sobre los detalles finos. En definitiva, la elección depende de la calidad de acabado requerida, los niveles de tolerancia y la complejidad de la pieza. Para trabajos de alta precisión, el láser es la opción más clara; para proyectos más gruesos y con menos detalle, el plasma sigue siendo una opción fiable.

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